Ahora toma un momento para sintonizarlos y ver si son similares a las sensaciones que surgen cuando necesita afirmarte en el mundo, por ejemplo, cuando necesita, establecer límites o mantenerte firme, avanzar, tomar decisiones.

Bert Hellinger observó que la persona más excluida de las familias es el padre.

Después de tu madre, el vínculo más importante para tu bienestar es con tu padre. Cuando, a nivel del alma, extrañamos a nuestro padre, nos falta una fuerza especial que nos ayuda en la vida y que sólo puede venir a través de él. Por ejemplo, si tu padre no estuvo presente física o emocionalmente, o tu madre no te permitió tener acceso a él, rechazándolo o hablando mal de él, es posible que hayas crecido rechazándolo. Allí es donde no tienes permiso para realizarte con éxito en tus relaciones de pareja o en la vida profesional.

En este caso, tendemos a ver a nuestro padre a través de los ojos de nuestra madre y somos leales a su opinión sobre nuestro padre.

Cuando rechazamos a nuestro padre (negarlo, reprocharlo, culparlo, etc.) se siente como si rechazáramos una parte de nosotros mismos, (nuestra energía masculina) como si la mitad de nosotros no fuera digna (de amor, de éxito, de realización en la vida, etc.) y sentimos un vacío interior que siempre trataremos de llenar con cosas externas. Tal es el caso de muchas adicciones.

Llevar a nuestro padre en nuestro corazón, sanar las heridas que tuvimos de niños e integrarlo es un proceso interior profundo que cada uno de nosotros debe atravesar si quiere tener éxito en la vida. No siempre es fácil porque cada uno de nosotros tiene un desafío diferente, una herida diferente y cada viaje hacia nuestro papá es único. Al emprender el viaje, abrimos la puerta a la energía masculina en su forma más pura e integramos sus cualidades dentro de nosotros que nos ayudarán con nuestra forma de ser en el mundo.

¿Por qué es importante sanar la herida del padre?

Sanar la herida del padre puede ayudarte con lo siguiente:

• Recuperar la autoridad sobre tu vida
• Superar las dificultades en tu vida.
• Tomando decisiones
• Establecer límites
• Ganar claridad, pensamiento lógico y matemático.
• Cómo permites que los demás te traten
• Independencia, identidad y autoestima
• Comenzar cosas nuevas como proyectos, relaciones, cambiar de trabajo, mudarse, etc.

Sanando la herida del padre, y recibirlo en nuestro corazón, tal como fue, adquirimos la fortaleza para ir al mundo, tomar nuestro lugar en él, y con las personas y situaciones que se presentan en nuestra vida. Además, para alcanzar la realización personal y profesional, necesitamos integrar a nuestro padre en nosotros.

“Si mamá es la puerta de entrada a la vida, papá es el portal al mundo”.

¿Estás listo para comenzar el viaje para llevar a tu padre a tu corazón? ¿Y luego ayudar a otros a sanar?